José Antonio Abreu, músico, economista y educador. Fundó el sistema de orquestas juveniles que rescata a miles de chicos de la exclusión. |
La distancia entre Misiones y Córdoba
El periodista Pablo Kohan ha
publicado una nota sobre el Sistema
Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, creado
por José Antonio Abreu. La nota fue
publicada en la edición de este sábado 31 en la sección Espectáculos del diario
La Nación.
Siempre es bueno compartir aquellos
ejemplos y reflexiones que estén dirigidas a mejorar la calidad de vida de las
personas, de ahí que más abajo ese texto se reproduce en este espacio.
La columna del destacado crítico
musical, aparece a raíz del Festival de
Orquestas Infanto Juveniles que se está realizando en Iguazú, con el
imponente marco de las Cataratas. Allí están participando niños y jóvenes
instrumentistas, coros y solistas procedentes de diferentes provincias y
continentes. No hay una orquesta o coro, que represente a la Provincia de Córdoba en
este encuentro. Aunque Córdoba cuente con una ostensible cantidad de formaciones
corales, algunas orquestas juveniles alumbradas en el ámbito artístico y académico,
y solistas que seguramente no costaría tanto descubrir tras una previa selección.
Una vez más, como tantas, vuelve a la memoria la labor del maestro Carlos
Giraudo, quien fundó dentro del Teatro del Libertador San Martín las orquestas
académica infantil y juvenil.
Lo cierto es que Misiones, la
provincia anfitriona del festival, está apostando sostenidamente en un proyecto
conocido como Centro de Educación
Musical, dentro del cual unos 2000 chicos, muchos de ellos nacidos en
condiciones de exclusión social, reciben formación musical y una oportunidad
para que el futuro tenga sentido.
El gran ejemplo de El Sistema venezolano
Por Pablo Kohan
El título del ente es Sistema
Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, y algún
desprevenido podría imaginarse que, como tantas otras, no es sino una
dependencia burocrática más. Sin embargo, el Sistema, así, a secas, como lo
llaman los venezolanos, es uno de los proyectos sociales y culturales más
notables del continente. Aquello concebido y puesto en marcha por José Antonio
Abreu hace casi cuatro décadas, tenía como meta primigenia formar orquestas
para darles un marco inclusivo a los chicos más desvalidos que apenas si
cumplían con su escolaridad y que estaban por fuera de cualquier posibilidad de
acceder a una formación musical. El resultado fue espectacular. Con la clara
premisa de no dejar de lado las exigencias artísticas, fueron surgiendo
orquestas por todo el territorio del país con un nivel musical sorprendente.
No sólo había que tocar el clarinete,
el violín o los timbales para compartir el maravilloso "hacer música"
sino que había que hacerlo bien y cada vez mejor. En lo estrictamente cultural,
la gran resultante es la
Orquesta Sinfónica Juvenil Simón Bolívar, un verdadero
seleccionado nacional venezolano surgido del enjambre de orquestas que
congregan a unos 250.000 chicos y jóvenes. La "Simón Bolívar",
dirigida por Gustavo Dudamel -también él surgido desde el Sistema- es, para
muchos, la mejor orquesta juvenil del planeta.
En nuestro país, abundan las
orquestas infantiles y juveniles, aunque no como partes de un proyecto
comprensivo guiado por alguna mano maestra como la de Abreu sino como
microemprendimientos casi individuales, cada uno con sus propias metodologías y
finalidades. Con todo, más allá de esta realidad nuestra que implica la
ausencia de un Sistema, bienvenidísimas sean las orquestas infantiles y la
posibilidad que ofrecen a los chicos de todas las condiciones para hacer música
en equipo, una experiencia impar y tan gratificante como formativa. En estos
días, en Iguazú, hay cabida para todos ellos. Desde la distancia, por qué no,
es de imaginar que por las calles, aulas, salones y auditorios de la ciudad hay
miles de chicos con instrumentos en sus manos y sonrisas en sus rostros, una combinación
insuperable.
Orquesta Sinfónica Simón Bolívar. Festival
voces de Latinoamérica.
Carnegie Hall de Nueva York.
Comentarios
Publicar un comentario